En junio de 2008 se creó el Instituto Diocesano de Teología Beato Narciso Estenaga. La decisión de crear un Instituto vino motivada por la necesidad de ofrecer estudios teológicos oficiales, con reconocimiento civil; con este fin, se firmó un acuerdo con el entonces Instituto de Ciencias Religiosas (CCRR) a Distancia «San Agustín », y el curso 2008/2009 se comenzó a ofertar la Diplomatura en Ciencias Religiosas. En el primer curso, el número de matrículas ya llegó casi a los 70 alumnos. A partir de 2013, nuestro centro se integra en el Instituto Superior de CCRR San Dámaso como Extensión de su Sección a Distancia.

Además, para que otras personas sin la titulación de acceso a la Universidad pudieran estudiar Teología, o para aquellos que querían estudiar pero sin los agobios de la presión académica, el Instituto empezó a ofrecer un Curso Propio de Teología, al que se matricularon casi 80 alumnos el primer curso. De esta manera, el Instituto se configuraba claramente en torno a dos itinerarios: los estudios oficiales, y los cursos propios.

El funcionamiento del Instituto de Teología depende directamente del generoso trabajo de los veinte profesores del claustro, que consideramos la enseñanza como parte de nuestra actividad pastoral. Entre alumnos y profesores hay cercanía y confianza, y sobre todo existe la conciencia de pertenecer a una misma comunidad educativa, que es en el fondo la propia Iglesia diocesana que quiere comprender mejor la fe. La mayoría de los profesores del Instituto son además profesores del Centro Teológico del Seminario Diocesano. Enseñar las materias, a distintos niveles, a los seminaristas y a los alumnos de CCRR permite a los profesores enriquecer su trabajo docente.

Los alumnos son cristianos activos en sus respectivas parroquias. Han conocido el Instituto a través de su parroquia, bien por invitación del párroco, bien porque otros alumnos hacen una oferta más directa y personalizada. Todos reconocen que la principal motivación para matricularse en CCRR es conocer la fe de manera estructurada y honda, para sostener el propio compromiso y para dar un mejor testimonio; los alumnos más jóvenes se plantean también obtener la DECA para dar clase de Religión, pero en su mayor parte los alumnos ya tienen trabajo y su motivación para estudiar es claramente vocacional.

El Instituto tiene como sede el Seminario Diocesano. Por una parte, los jueves por la tarde se tienen las tutorías de CCRR. Dentro de la autonomía de las Extensiones para organizar los encuentros presenciales, en nuestra Extensión hemos establecido la fórmula de ofrecer tutorías cada semana, para unas asignaturas durante el primer cuatrimestre y para el resto durante el segundo.

Por otra parte, los cursos propios de Teología tienen lugar los miércoles por la tarde. Los alumnos que se matriculan asisten a tres lecciones durante tres años, impartidas de modo cíclico, de Sagrada Escritura, Teología e Historia de la Iglesia. Cuando terminan este curso básico pueden realizar otros cursos que ofrece el Instituto. Muchos alumnos que empezaron en esta modalidad de enseñanza han pasado después a los estudios oficiales de Ciencias Religiosas.

La secretaría del Centro procura ofrecer un acompañamiento académico lo más personalizado posible. Además, se informa a los alumnos de las celebraciones litúrgicas y otras actividades académicas, culturales o festivas del Seminario, para que se sientan invitados a participar. Del mismo modo, la biblioteca del Seminario está también a disposición de los alumnos de Ciencias Religiosas.

En estos años se han consolidado dos jornadas importantes en el calendario escolar: la inauguración y la clausura del curso. En ambas, después de celebrar la Eucaristía, que preside nuestro obispo, un profesor nuestro imparte una lección y, en el caso de la clausura, compartimos un momento de convivencia. Estas lecciones, y otros trabajos de los profesores, se publican en una revista académica Audi Filia, aludiendo a la insigne obra de San Juan de Ávila, natural de Almodóvar del Campo (Ciudad Real). Estamos poniendo en marcha también una página web para ofrecer información sobre nuestro centro.

Somos aún un centro joven. Sin embargo, vamos almacenando ya importantes recuerdos que nos ayudan a forjar nuestra identidad. Entre ellos resalto los siguientes. Fue muy emocionante la primera vez que alumnos de nuestra Extensión fueron a Madrid a realizar el examen final; sus buenos resultados nos alentaron a todos. En estos años, más de 20 alumnos han recibido su título oficial. Junto a esto, nuestra Extensión ha visto reconocida su labor cuando algunos alumnos, después de obtener la DECA, han empezado a dar clase de Religión en Institutos de Secundaria. Quiero destacar también la cercanía y la amistad que los alumnos han entablado entre sí, su capacidad de compartir y de apoyarse en el esfuerzo académico. Su crecimiento es, sin duda, el gran valor de nuestro centro.

Con 10 años de vida, acabamos de empezar. En el futuro tendremos que seguir dando pasos para consolidar nuestra comunidad educativa, aumentar el número de alumnos, ofrecer a la diócesis nuevos medios de formación, encontrar espacios de diálogo con la cultura y la sociedad. Para este esfuerzo de crecimiento, pediremos al Señor no olvidar lo más básico: que Él merece que le consagremos nuestra inteligencia, nuestro tiempo, nuestros esfuerzos. Esta entrega nos hará mejores testigos.

Juan Serna Cruz
Director-Delegado de la Extensión de Ciudad Real