Alejandro Zoilo Ruiz-Mateos es seminarista de Madrid y estudia quinto curso de Teología en la Universidad Eclesiástica San Dámaso (UESD). A continuación se puede leer su testimonio.
Dios ha querido revelarse a los hombres y “darnos a conocer el misterio de Su voluntad”. Poder estudiar y conocer esto que llamamos Revelación, desde distintas disciplinas, y con fidelidad al Magisterio de la Iglesia, es lo mejor de estudiar en la UESD.
Poder compartir estos estudios con otros seminaristas, con hombres y mujeres consagrados, religiosos y laicos, es muy enriquecedor. De mucha menor importancia pero una suerte para mí, es la proximidad de la Universidad con el Seminario. También es destacable lo relacionado con las instalaciones. Ciertamente es universidad muy cuidada, limpia, con buen uso de nuevas tecnologías, etc.
Por último, hablar del profesorado. Con la naturalidad debida, el profesorado está conformado por sacerdotes, consagrados, laicos; hombres y mujeres. Desde mi humilde posición, creo que de un nivel de conocimiento y formación muy alto en líneas generales.
Respecto al bachiller de Teología, destacaría la propuesta sistemática de estudio que se nos ofrece. El estudio de la Teología como el saber científico que es, respetando toda la peculiaridad de un saber teológico, y siempre en comunión con el Magisterio, como decía antes, es de mucho provecho.
Como estudiante del quinto curso, tengo en el horizonte a corto plazo el examen de síntesis teológica (las mal llamadas “tesis”), que creo es un buen método para repasar e integrar aquellos temas más importantes de la carrera, asentando bien los conocimientos básicos y conceptos claves, obteniendo una visión global de la Teología muy completa.
También es muy interesante ya a medio plazo el horizonte que se abre de poder profundizar aún más en el misterio de Dios desde distintas disciplinas o especialidades que la facultad propone.
La Universidad Eclesiástica San Dámaso es la que el Seminario Conciliar de Madrid ha designado para que sus seminaristas realicen los estudios teológicos y filosóficos. Como seminarista, ésta es la razón sencilla por la que estudio en ésta Universidad, de lo cual estoy muy agradecido.
El ambiente universitario yo lo definiría como muy enriquecedor. Como comentaba al inicio, compartimos estudios y conocimientos con otros seminaristas de la Archidiócesis de Madrid y los del castrense. Pero además con multitud de laicos interesados por supuesto en profundizar en el conocimiento del Dios que se nos ha revelado por medio de hechos y palabras, un Dios que se ha hecho Hombre para “enseñar al hombre a ser hombre”.
Igualmente, están presentes una gran variedad de realidades eclesiales: hombres y mujeres que han consagrados su vida a Dios, religiosos, etc. Esto nos permite conocer de primera mano la riqueza de la vida de la Iglesia. También es muy enriquecedor poder compartir “mesa de estudio” con no-creyentes, interesados por conocer la ciencia teológica. Sería de máximo interés y gran provecho poder compartir también horas de universidad con estudiantes de otras confesiones.
Un aspecto que me gustaría destacar son los ciclos de conferencias que nos ofrece la universidad a lo largo del curso. Con temas de máximo interés teológico y filosófico, con ponentes de primera nivel internacional. Creo son un complemento excepcional a los estudios.
Alejandro Zoilo Ruiz-Mateos
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