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La Biblia y sus manuscritos

Curso on line gratuito de libre acceso

25 videos de unos 15 minutos.

Puedes seguir el curso a través de nuestro canal de Youtube (@UniSanDamaso) o través de esta página.

No es necesaria inscripción ni matrícula.

El Dr. Ignacio Carbajosa, Catedrático de Antiguo Testamento de nuestra Facultad de Teología, ofrece este apasionante curso que se adentra en los orígenes de los libros sagrados que componen la actual Biblia.

Este curso da respuesta a muchas de las preguntas que nos surgen respecto a ese libro, la Biblia, que es el más leído y traducido de la historia. Todos sabemos que la Biblia no fue escrita en español ni en ninguna de las lenguas modernas. Las Biblias que tenemos en casa no son más que traducciones. Entonces, ¿dónde se encuentra el texto “original” de la Biblia? Pero no demos nada por descontado: ¿existen los originales de cada libro? Si no fuera así, ¿de dónde salen nuestras biblias? ¿De qué texto se traducen?

Teniendo en cuenta que la Biblia reúne un buen número de libros, ¿quién unió, y cuándo, todos estos libros, formando un solo volumen, es decir, lo que llamamos “Biblia”? ¿De qué época son las primeras Biblias? Ese formato que llamamos “libro” es, técnicamente hablando, un “códice”. Su uso se populariza a partir del siglo IV d.C. Entonces, antes de ese siglo, ¿en qué formato nos llegan los libros bíblicos? Y, por cierto, visto que el papel, ya usado por los chinos en el siglo I d.C, sólo se extiende en Occidente a través de los árabes a partir del siglo VIII, ¿sobre qué material se escribían los libros?

Obviamente, las primeras Biblias se escribían a mano. Tengamos en cuenta que la imprenta es una invención del siglo XV d.C. Los libros que preceden esa época se llaman, como no podía ser de otro modo, manuscritos (“escritos a mano”). En esta serie, “La Biblia y sus manuscritos”, nos vestiremos de “Indiana Jones” para ir en busca, no del arca perdida, sino de los manuscritos más antiguos de la Biblia. Seguiremos los pasos de aquellos grandes hombres y mujeres de los siglos XIX y XX que viajaron a Oriente para recuperar ese tesoro escondido que son los primeros manuscritos bíblicos, muchos de ellos enterrados bajo la arena del desierto, otros escondidos en cuevas, muchos traspapelados en bibliotecas de antiquísimos conventos o en los mercados de antigüedades de Egipto.

Detrás de esos primeros manuscritos está el trabajo de los escribas o copistas. Pongámonos en la piel de un cristiano del siglo II o del siglo IV o VI, ¡nadie podía tener una Biblia en casa! Era carísimo… más allá del hecho de que la mayor parte de la población no sabía leer. Podemos entender así el valor del trabajo de los copistas que dedicaban gran parte de sus vidas a copiar manuscritos para que los libros bíblicos llegaran a un monasterio, a una Iglesia-catedral, a una parroquia…

Pues bien, los copistas cometían errores a la hora transmitir los textos: es casi inevitable. De modo que es difícil encontrar dos manuscritos del mismo libro bíblico que sean idénticos. Si no conservamos las copias originales de los libros, y, por el contrario, tenemos un buen número de manuscritos que difieren entre sí, ¿cómo nos ponemos de acuerdo para saber qué palabras son las originales? Esta pregunta nos llevará a introducirnos en el misterioso mundo de los copistas, de su forma de escribir, de los errores más frecuentes que cometían, de las condiciones en las que desarrollaban su labor, etc.

Todas estas preguntas y aún más buscan su respuesta en la serie que ahora presentamos. Los 25 vídeos, divididos en cuatro unidades, se desplegarán según el siguiente programa:

Presentación

Programa

Gran parte del contenido de esta serie se encuentra en la obra I. Carbajosa, – J. González Echegaray – F. Varo, La Biblia en su entorno (Introducción al Estudio de la Biblia 1; Verbo divino, Estella 2013), concretamente en su parte tercera, “El texto de la Biblia y la crítica textual” (pp. 411-652), obra de Ignacio Carbajosa.

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