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Durante los pasados días 10 y 11 de diciembre tuvo lugar el Congreso Internacional NODOS del Conocimiento 2020 en el que tuve la alegría de poder participar, con una humildísima ponencia titulada El “deseo humano de conocer” en la filosofía de Julián Marías (de la cual se publicará, próximamente, un artículo científico junto a los respectivos textos de los más de 2.000 compañeros inscritos a cargo de la conocida editorial Dykinson).

El Congreso —que tenía un tema: Universidad, innovación e investigación ante el horizonte 2030— estaba dividido en ocho “nodos” temáticos (Ciencias jurídicas, Literatura, Artes…), a su vez subdivididos en numerosos “simposios” que organizaban las distintas colaboraciones de los participantes: en total, por cierto, de más de 25 nacionalidades.

La manera de funcionar del Congreso —en diferido— era la siguiente: cada cual subía su ponencia a la página web del Congreso, y durante los días 10 y 11 todos los inscritos podíamos plantear preguntas y comentarios en las ponencias de los compañeros, así como recibir y responder nosotros las distintas cuestiones —profundas, sugerentes— que ellos nos plantearan.

El resultado fue el de una experiencia sumamente enriquecedora y agradable, de la cual he aprendido mucho con las exposiciones y preguntas de los compañeros y de la que me llevo no pocos nombres de nuevos colegas, de trabajo admirable, de distintas partes de España (Granada, Córdoba, Sevilla, Madrid).

Con todo, lo que más me conmovió fueron, sin duda, unas cariñosas letras de apoyo que me dirigió una nieta del propio Julián Marías.

Julián Marías es un autor de incalculable valor, con el que España sigue en deuda y de quien estoy aprendiendo infinidad de cosas: y no únicamente por estarle dedicando mi tesis doctoral, que trata sobre las que él denominaba raíces morales de la inteligencia.

Mi ponencia, al igual que las del resto de mis compañeros —tan admirables—, está disponible en Youtube.

Angel Salmerón
Estudiante de Doctorado en la Universidad San Dámaso